¿Cuándo prescribe la deuda de un préstamo personal?

Si tienes un préstamo personal que no puedes pagar, es importante que conozcas el plazo de prescripción de este tipo de deudas. Por esta razón, en este artículo vamos a explicarte cuándo prescriben los préstamos personales, y te explicaremos otros aspectos que debes tener en cuenta si no puedes pagar un préstamo personal.
¿Cuál es el plazo de prescripción de un préstamo personal?
El plazo de prescripción de los préstamos personales es de 5 años, en función de lo establecido en el artículo 1964.2 del Código Civil, que dice:
Las acciones personales que no tengan plazo especial prescriben a los cinco años desde que pueda exigirse el cumplimiento de la obligación
Al no existir ningún precepto legal que contenga un plazo determinado para la prescripción de los préstamos personales, a estos se les aplica el plazo al que se refiere el anterior artículo del Código Civil. Dicho plazo comienza a transcurrir desde el momento en que la deuda es exigible (esto es, desde su fecha de vencimiento).
¿En qué se diferencia la prescripción de la caducidad?
La prescripción es el tiempo del que dispone el acreedor para reclamar el pago de la deuda. En cambio, la caducidad se produce en el momento en que la obligación del deudor deja de ser exigible.
Por lo tanto, que los préstamos personales tengan un plazo de prescripción de 5 años no significa que una vez transcurrido este tiempo, ya no tengas que pagar, sino que ese es el plazo en el que el acreedor te puede reclamar su pago.
Además, debes saber que cada vez que el acreedor te requiera para el pago de la deuda, o que tú reconozcas de forma expresa la existencia de la misma, el plazo de 5 años se reiniciará y habrá que empezar a contar de nuevo.
Así pues, lo que sucede a la hora en la práctica es que es altamente improbable que una deuda por un préstamo personal termine caducando. Porque para ello, tendrían que pasar 5 años completos sin que el acreedor te reclamara la deuda ni tú la reconocieras de algún modo, algo que no cabe esperar que suceda fácilmente, especialmente ahora que todas las entidades financieras tienen informatizada la gestión de reclamaciones.
Por lo tanto, esperar a que la deuda de tu préstamo personal prescriba no es una opción, ya que realmente (salvo muy raras excepciones) nunca lo hará.
¿Cuáles son las consecuencias de dejar de pagar un préstamo personal?
No pagar un préstamo personal puede tener distintas consecuencias. A continuación vamos a exponer las más importantes.
Inclusión en un fichero de morosos
En primer lugar, si dejas de pagar un préstamo personal, puedes ser incluido en un fichero de morosos, como por ejemplo ASNEF. Esto te supondrá graves inconvenientes no solo a la hora de acceder a nueva financiación, sino que también puede complicarte la situación a la hora de contratar ciertos servicios (por ejemplo, puede ocurrir que no puedas poner una línea telefónica a tu nombre).
Juicio monitorio
Si no pagas un préstamo personal, puedes terminar siendo demandado por la entidad financiera o bien por una agencia de recobro o fondo buitre, si este se ha hecho cargo de la deuda.
En tal caso, se celebrará un procedimiento monitorio, y el Juez te dará un plazo para pagar la deuda, formular oposición o no pagar.
Embargo de tus bienes
Si la deuda llega a juicio y continúas sin pagar, el Juez ordenará el embargo sobre tu patrimonio. Siguiendo el orden previsto en el artículo 592.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, en primer lugar te embargarán el dinero del que dispongas, pero si no tienes liquidez, pueden embargarte otros bienes y derechos (como tu salario, pensión, coche o incluso tu vivienda, si no se puede ejecutar el embargo sobre otros bienes).
¿Qué opciones tengo si no puedo pagar un préstamo personal?
Si realmente no puedes pagar un préstamo personal porque no tienes solvencia, debes consultar si reúnes los requisitos establecidos en la Ley de Segunda Oportunidad para cancelar tus deudas. De esta manera no se produciría el embargo de tus bienes, y podrías cancelar total o parcialmente tus deudas.
Sin embargo, como acabamos de apuntar, la Ley de Segunda Oportunidad exige una serie de condiciones para poder aplicarse este mecanismo. Un abogado experto en deudas puede asesorarte al respecto.