¿Qué pasa si no pago la hipoteca?

Cuando un cliente no paga la hipoteca, el banco puede terminar reclamando todo lo que quede por pagar. Pero, ¿cómo se llega a este punto? En este post te explicaremos qué sucede si no se paga la hipoteca.
Si no pago la hipoteca, ¿qué puede ocurrir?
En caso de no pagar la hipoteca, el banco iniciará un procedimiento llamado ejecución hipotecaria, por el que aplica la cláusula de vencimiento anticipado por incumplimiento del contrato por parte del cliente.
Para que comience la ejecución hipotecaria, es necesario que el deudor no haya pagado, como mínimo:
- 12 cuotas de la hipoteca o una cantidad equivalente al 3% de la misma, si el impago se produce en la primera mitad de la duración de la hipoteca.
- 15 cuotas o una cantidad que equivalga al 7% de la hipoteca, dentro de la segunda mitad del plazo de su duración.
El banco tiene que requerir al cliente para que pague con al menos un mes de antelación. Es decir, debe avisarle como mínimo un mes antes de que debe pagar la hipoteca o, en caso contrario, iniciará la ejecución hipotecaria.
Si, una vez transcurrido ese plazo, el cliente continúa sin pagar la hipoteca, el banco podrá presentar una demanda en el Juzgado de Primera Instancia de la localidad en la que se encuentre la vivienda sobre la que recae el préstamo hipotecario.
El Juzgado notificará la demanda al deudor, requiriéndole para que pague tanto las cuotas impagadas de la hipoteca, como el resto que quede por pagar, los intereses de demora y los gastos procesales correspondientes.
¿Qué sucede si se sigue sin pagar tras la ejecución hipotecaria?
Si el deudor no paga en el plazo dado por el Juzgado para ello, se ordenará el embargo de la vivienda. Por lo tanto, el inmueble será subastado para intentar obtener con la subasta dinero suficiente como para cubrir la deuda que ha generado la hipoteca. El deudor puede parar el embargo si paga en cualquier momento antes de que se apruebe el remate y la propiedad sea adjudicada a otra persona en la subasta.
Si el dinero que se consigue en la subasta no es suficiente para pagar la deuda, el deudor seguirá siéndolo por la cantidad restante. Por lo tanto, tendrá que seguir pagando al banco hasta saldar la deuda.
¿En qué consiste la dación en pago?
La dación en pago consiste en que el deudor entregue su vivienda al banco a cambio de que este dé por cancelada la deuda. Así pues, si una hipoteca contiene esta posibilidad, el deudor dejará de serlo desde el momento mismo en que la entidad se quede con el inmueble.
Lo que sucede es que en España, no existe casi ninguna hipoteca que contenga la dación en pago de forma expresa entre sus cláusulas. Existe la opción de negociar esta opción con el banco, pero este no está obligado a aceptarla si no es una condición del propio préstamo.
No puedo pagar la hipoteca, ¿qué opciones tengo?
Si eres insolvente y por lo tanto no puedes pagar tu hipoteca, puedes consultar si reúnes los requisitos para acogerte al mecanismo regulado en la Ley de Segunda Oportunidad.
Una de las condiciones es que tengas deudas con más de un acreedor, por lo que tienes que tener otras deudas además del impago de la hipoteca. Ten en cuenta que también se cuentan las deudas que tengas al corriente de pago, no hace falta que sean dos deudas con impagos.
Es importante que tengas en cuenta que la Ley de Segunda Oportunidad no se aplica a la deuda hipotecaria inicial. Esto quiere decir que no puedes beneficiarte de este sistema para que te perdonen la deuda de la hipoteca, pero sí para liberarte de la deuda que quedaría si, una vez subastado el inmueble, no se obtiene dinero suficiente como para cancelar la deuda restante.
Por otro lado, la Ley de Segunda Oportunidad ha experimentado ciertas reformas últimamente, por lo que hoy en día, puedes elegir entre dos opciones:
- Que se cancelen totalmente tus deudas liquidando todo tu patrimonio, incluyendo tu vivienda habitual.
- Salvar tu vivienda habitual y acogerte a una cancelación parcial de tus deudas, siguiendo un plan de pagos. Mientras atiendas dicho plan, dejarás de ser deudor, pero debes tener en cuenta que volverás a serlo si dejar de pagar.