¿Cómo cerrar una empresa con deudas?

Una empresa con deudas puede cerrar, pero para ello hay que seguir un cierto procedimiento. A continuación vamos a explicarte cuáles son las alternativas para cerrar una empresa con impagos.
¿Cómo se puede cerrar una empresa con deudas?
En el caso de las empresas que tienen que cerrar con deudas, sus opciones son las siguientes:
Liquidación ordenada
A la hora de cerrar una empresa que tiene deudas, lo más fácil es optar por la liquidación ordenada, que se realiza bajo supervisión profesional.
Esto consiste en que, si bien la empresa tiene impagos, el responsable procede al pago de los mismos. Una vez que las cuentas están a cero, se disuelve la empresa en el Registro Mercantil.
En el caso de la liquidación ordenada, el problema es que precisamente la empresa no tiene suficiente liquidez para pagar sus deudas. Es por esta razón que este procedimiento tiene lugar con supervisión profesional, ya que hay que acreditar que no se han cometido ilegalidades (como la ocultación de bienes o que se hayan beneficiado personas conocidas).
Concurso de acreedores voluntario
Cuando no existe otra solución posible para salvar la empresa, tan solo queda la opción de acudir al concurso de acreedores voluntario.
En este caso es necesario que se dé la intervención judicial, siendo recomendable iniciar antes un preconcurso de acreedores en el que se intente llegar a un acuerdo con los acreedores antes de solicitar formalmente el concurso voluntario.
Para llegar a un acuerdo hay que llevar a cabo una negociación que, de salir bien, puede suponer una reducción importante de la deuda y no tener que hacer frente a los gastos que supone la fase judicial.
En caso de que el preconcurso no surta efectos, será necesario plantearse el concurso voluntario para cerrar la empresa con deudas, una solución pensada expresamente para salvar a las empresas en situación de insolvencia.
Una vez que el concurso de acreedores voluntario está resuelto, la empresa puede salvarse o no. El procedimiento se sigue en el Juzgado de lo Mercantil, y consta de las siguientes fases:
- Actos previos. Los actos previos van desde la solicitud judicial del concurso por parte del deudor hasta el auto de admisión a trámite del concurso.
- Fase común. Esta fase empieza con el auto de admisión a trámite del concurso de acreedores. Durante la misma se produce la declaración del concurso y el nombramiento del administrador concursal, quien determinará la masa activa y la masa pasiva y clasificará los créditos existentes, pudiendo así crear el correspondiente informe concursal.
- Fase de convenio. Llegado este momento, se intenta obtener una quita sobre las deudas de la empresa, que no podrá superar el 50% de la deuda. Además, no podrán pasar más de 5 años durante la negociación.
- Fase de liquidación. En el caso de que la fase de convenio no sea productiva, tendría que producirse la fase de liquidación de la empresa.
- Calificación. La calificación se refiere a la resolución definitiva del concurso.
La Ley de Segunda Oportunidad como solución para empresas que tienen que cerrar con deudas
En la actualidad, los autónomos y pequeños empresarios que tienen deudas pueden cerrar sus negocios sin mayor problema en muchos casos, ya que pueden acogerse al mecanismo de la Ley de Segunda Oportunidad.
Con la última reforma de esta normativa, estos empresarios pueden llegar a un acuerdo con sus acreedores para liberarse de las deudas. Es posible también pactar un porcentaje del importe total adeudado, que puede ser incluso inferior al 25%.
De este modo se evita la liquidación patrimonial que se podría producir si los acreedores iniciasen acciones judiciales que terminen en el embargo.